7 de febrero de 2013

Mystery eyes [YumaKen / Drabble]

: :'D
: La novela
: En mi silla rompe espaldas(?)





Nombre: Mystery eyes
Autora: Uebo Hime :3
Pareja: YumaKen
Formato: Drabble ( 1000 palabras)


Este fic... es didicado a mi bebé Shio ♥ FELIZ CUMPLEAÑOS BEBÉ MÍO ♥ Te quiero muchito y te deseo el mejor cumpleaños del mundo <3 -Le regala muchos Shori's- ¡Qué seas muy feliz! ♥




MYSTERY EYES




Mordí el lápiz que se encontraba en mi mano derecha con insistencia mientras te miraba. Parecías tan atento pero a la vez tan ausente, despreocupado sobre lo que ocurría en aquel salón. Parecía como si no estuvieses en el mismo mundo en el que mis compañeros y yo nos encontrábamos. Un aura de misterio te invadía, y casi irremediablemente, me intrigaba ese mundo en el que te hallabas, lejos de todos los que nos encontrábamos, físicamente, en el mismo lugar que tú.
El sol me pegaba de lleno en la cara desde la ventana a mi izquierda y la misma lograba entorpecer, aún más, mi deseo de estudiar -si es que te tenía uno-.

Lo mordí dejando que la marca de mis dientes quedase allí para siempre, dejando una huella, mientras no parecía importarme nada más que observarte. Virando un poco mis ojos hacia la derecha para ver la curvatura de esa mueca que hacías, que aparentaba ser una sonrisa.

Siempre había querido hablarte, pero... no me atrevía.
Veía como los demás parecían estar pendientes de ti e intentaban interactuar contigo, pero yo sentía que en realidad... era yo quien estaba lo suficientemente pendiente de ti como para intentar entenderte.

Me sentía tan ajeno a ti, que aunque quisiese, no podría acercarme.
Suspiré frustrado, cansado... pensando que quizá nunca podría comprender ni siquiera una milésima parte de tu ser.

Noté que me mirabas. Desvié la mirada y tosí nerviosamente. Me habías descubierto... quizá mi insistente mirada había logrado que tomaras atención en mí. No supe si agradecerlo o detestarlo. Volviste la mirada hacia el frente.
Al menos ahora sabías quién era, porque aunque estuviésemos en el mismo salón, tenía la impresión de que no tenías la menor idea de mi existencia.


Tus ojos de alguna manera se veían más claros. Quizá la insidencia de la luz en aquel momento en el que te giraste, le dio de lleno a esos hermosos ojos oscuros. Los míos en cambio se oscurecieron un poco, sin embargo se intensificó aquel pequeño brillo que tenía mi mirada en cuanto tus ojos y los míos su hubieron cruzado.

Tan perfecto tu cabello... se mecía con el viento sutilmente, dejando que cada tanto cayera sobre tus ojos y lo acomodaras, intentando quitarlo de en medio ya que te entorpecía la vista. Pero... ¿hacia dónde mirabas? Seguí la línea de tus ojos y me encontré con un punto sin sentido, como si tu vista estuviese perdida.

Por lo que confirmé que lo que creía era cierto, estabas en un mundo ajeno al que nos encontrábamos los demás en aquel lugar.

Acomodé mis lentes y fijé la vista en aquel lugar con todas mis fuerzas. No podía descubrir nada allí, pero sabía que algo llevaba tu mirada hacia ese lugar. Bufé con cansancio.


— ¿Por... ¿por qué? —me pregunté en voz baja agachando la cabeza haciendo que la misma quedara reposada en mi pupitre— No... no logro comprenderte —aquel suspiro fue tan doloroso que todo el salón se había dado vuelta, incluido tú. Mis mejillas se encendieron cuando elevé la mirada y te ví, junto con toda la clase aunque eso poco me importó, observando mi estúpido comportamiento.

Hui de tu mirada y cerré los ojos con suavidad para alejarme yo de este mundo, que ahora también era el tuyo, al menos por ese pequeño instante.






Al salir de aquel salón me di cuenta que había gastado medio año observándote. Tratando de entenderte, aun cuando estabas en el baño lavándote las manos, te observaba, observaba el jabón corriendo por ellas, la forma en que las fregabas, intentando entenderte un poco más sólo observando aquella acción que realizabas.



— Soy un enfermo... —me dije cuando noté lo que hacía. Me observaste quitando tu mirada de aquel jabón con olor a lavanda.
— Si tú lo dices... —te reíste observando mis ojos brillosos. Me sonrojé y sólo sonreíste levemente. Comencé a temblar al notar que era una sonrisa sincera, de esas que pocas veces había visto posarse en tu cara.
— Yo... mi.. me llam..—intenté articular las palabras y sólo te reiste de mí.
— Nakajima Kento-san —dijiste como si fuese obvio.
— ¿C...cómo? —apenas pude preguntar.

Reíste con suficiencia.
— ¿Te crees que vivo en un mundo paralelo u algo? —preguntaste mirándome y soltaste otra pequeña risa casi rozando lo infantil.
— Al...algo así —dije dubitativo— Siempre miras aquel punto fijo y no logro comprender que es lo que pasa por tu mente... por qué pareces tan ajeno... —intenté detener mis palabras para no atosigarte— ¿Qué eso que lleva tu mirada hacia aquel lugar? Estoy intentando comprender por qué... Pareces estar en otro mundo —me detuve pensando que estaba sobrepasando los límites. Sonreiste dulcemente y posaste tu mano en mi hombro. Temblé como una hoja.
— Sí quieres saber, ¿por qué no miras más allá? No mires con tus propios ojos, intenta mirar desde mis propios zapatos... luego observa bien con tu propia mirada y entenderás —dijiste dejándome sin comprender. Ahora me sentía más desolado que antes, cada vez comprendía menos qué pasaba por tu mente.





Me dirigí al salón. Miré tu asiento vacío. ¿Mirar desde tus propios zapatos? ¿Ponerme en tu lugar? Me dirigí a tu pupitre y me senté allí. Miré ese punto fijo. Acomodé mis gafas y observé mejor y noté un pequeño brillo en el vidrio de la puerta del salón. Era el sol...
Me giré y lo miré... ¡Provenía de mi ventana! ¿Acaso mirabas el sol? Me paré y coloqué mi bolso sobre mi pupitre.
Volví hacia el tuyo y me senté mirando hacia aquel pequeño vidrio. ¡Se reflejaba mi bolso!
Temblé mordiendo ligeramente mi labio. ¿Me observabas a mí?

Cerré los ojos y cuando volví a abrirlos en lugar de mi bolso lo veía a él. Parpadeé varias veces y como aquella ilusión no se iba, me giré y te vi.

— ¿Nakayama-kun? —pregunté como si no fuese obvio. No era como si no supiese que eras tú.

Te levantaste del asiento y te acercaste a tu pupitre sentándote en el de adelante girando la silla. Volví mi mirada a ti.

— ¿Comprendes? En el mundo al que pertenezco sólo existes tú... —murmuraste y tus labios rozaron los míos.

La respiración ya no era necesaria para que mi sistema sobreviviese, contigo era suficiente.

4 Give me a ♥:

ShioShori dijo...

MAMI ; u ; <3 <3 Gracias, gracias, gracias! Esta más que hermoso, de verdad! Gracias Mami ;u; Lo ame~ Mucho, mucho, mucho tiempo sin leer un YumaKen bien escrito x'D Nunca terminare de agradecerlo ;u; Gracias, te quiero mucho mujersh <3

Mimi-chan dijo...

awwwww! Estuvo genial!
Nunca había leído sobre esta pareja y para ser la primera vez me ha gustado! >.<
Que bonita esa frase de "En el mundo al que pertenezco solo existes tú" aaaisss! <3
Estuvo genial de verdad, lo amé! >.<

Luly-Chan dijo...

Lo re contra amé.... es mega hiper lindo este fic. Me puse a patalear en la cama cuando termine♥♥♥♥♥
Es puro amor este fic Agooo ♥

Carol~ dijo...

Tú mencionaste Piece, pero le sigo encontrando relación con Koishite Akuma también XD

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