



Nombre: Love Sick
Autora: Uebo Hime :3
Pareja: YabuTaro
Formato: Drabble (466 palabras)
Dedicado a YuukiNii ♥ Mi autora favorita leeeejos~ Espero que te guste. Tenía que ser one shot, pero mi cabeza está atrofiada. Dije que iba a hacerlo para mañana pero escribí esto, y aunque es corto es contundente y bleh. Espero que sea de tu agrado -se esconde dentrás de la cama (?)-
LOVE SICK
Días, horas, minutos y
segundos. Los meses
pasaban.
Él estaba ahí. Detrás
suyo. Mirándolo. Casi fijamente.
Su nuca sentía la
presión de su mirada.
Su nuca, su cabello, sus
manos, su nariz, sus ojos. Decir sólo su nuca era poco para expresar
aquella mirada sobre sí.
Sentía su
respiración en el cuello, su cabello rozándole la punta de la nariz.
Sentía cada partícula de su cuerpo llena de su
presencia. Se sentía
ahogado. Se sentía molesto.
Se sentía acosado.
Pero cada vez que
no estaba cerca se sentía ansioso.
Solitario.
Sentía un vacío interno.
Nunca lo tocaba. Pero lo miraba, y sabía que su mirada
estaba cargada de amor. También escribía
poemas sobre él, hablaban de un ''chico apacible y dulce', y sabía que era él. Porque no quería a nadie más.
A veces se masturbaba cuando
creía que él dormía,
y lo miraba. Miraba la respiración de su
pecho, bajar y subir, miraba sus manos...Y
se mordía los labios para no hacer ningún ruido.
Era enfermizo.
Pero aún así, seguía
sin tocarlo, y se contentaba con ver su espalda desnuda cuando se cambiaba
de ropa.
Era todo tan...enfermizo.
Lo buscó con la mirada, pero no lo vio. Aprovechó para ir al baño lejos de su mirada.
Pero claro, quizá él no lo veía, pero el otro sí lo observaba.
Lo siguió.
El menor entró y
abrió la ducha dejando correr el agua. Entonces lo vio asomarse y quiso acabar con todo aquel juego, que nunca llegaba a saciarlo. Juego que empezaba a ponerlo ansioso.
Se quitó la ropa. Se acostó en la tina con solo el agua
cayendo sobre él. Cerró los ojos y con su mano derecha comenzó a masturbarse.
De inmediato los
jadeos comenzaron a salir de su boca. Primero
apacibles, luego furiosos.
— Yabu~ —gimió mordiéndose los labios, aferrándose
con su mano libre a las paredes del baño llamándolo— ¿Qué
pasa cuando juntas a alguien con
pocos sentimientos y a un adolescente
con ellos desbordados? —le preguntó entre medio de aquellos
sonidos que salían de su boca.
— ¿Realmente quieres saber, Ryutaro? —le preguntó el mayor sentándose en el borde de la tina. Mirando
fijamente la mano del menor subir y bajar. Este asintió en medio de un furioso gemido.
El mayor se quitó la ropa en unos contados 20
segundos. Se metió dentro
de la tina y sin preparación alguna lo penetró.
Y el agua se tiñó de rojo.
El dolor era fuertísimo. Sin embargo los gemidos
no dejan de salir de su boca.
Era todo tan...enfermizo.
Su cabeza golpeaba contra el cerámico blanco, dejando aureolas rojas en la misma.
Se sintió pesado.
Pero extasiado.
Adolorido.
Pero saciado.
Se sintió morir.
Pero a la vez tocó el cielo prácticamente con las
manos.
Era todo tan...enfermizo.
Tan enfermizo que asustaba.