Sweet tease break me a piece off of that chocolate pie [YabuYama / Drabble]

:  Dios, como la deliré en este...
: Endless Dream ~ HSJ
: En casa, tosiendo como loca xD





Nombre: Sweet tease break me a piece off of that chocolate pie
Autora: Uebo Hime :3
Pareja: YabuYama
Formato: Drabble (671 palabras)

Dedicado para Darky ♥ Es el segundo para vos ♥ Espero que te conectes y puedas verlo :3 

SWEET TEASE BREAK ME A PIECE OFF OF THAT CHOCOLATE PIE

Aquella campanilla siempre sonaba alrededor de las 4 de la tarde. Siempre dándole la bienvenida a la misma cálida persona, que con una hermosa sonrisa, le pedía una porción de pie de chocolate. Esa persona solo sonreía esperando su porción, y seguía haciéndolo incluso al momento de pagar por ella. Esa persona sin duda siempre sonreía. Pero no era una sonrisa cualquiera, era demasiado pura, al extremo de hacerlo pensar que en lugar de ser inocente, era todo lo contrario.

Ahora bien, aquel día… a las 4 de la tarde, eso no pasó.

Por primera vez en dos años aquello no había sucedido.

Comenzó a preocuparlo. ¿Le habría pasado algo a ese chico? Sí, ni siquiera sabía su nombre. Pero era mejor así, después de todo sólo eran pastelero y cliente.

A la hora del cierre la campanilla sonó. Y lo vio allí. Sonrió y se dio vuelta para cortar aquel pedazo de pie que siempre llevaba aquel cliente. De repente sintió alguien pasar detrás del mostrador y sintió como unas manos lo envolvía.

Giró la cabeza y lo vio allí con aquella sonrisa, pero era un poco diferente a la habitual.

Contenía poca ingenuidad y mucho deseo.

— Hoy quiero comerte a ti —murmuró estirándose para llegar a su oído— Quiero llenarte de chocolate y comerte entero…

Tembló suavemente ante aquella confesión. La voz del menor retumbaba aún en su oído, y su corazón palpitaba con fuerza al sentir las manos de este pasearse por su cintura mientras le sacaba la camisa del interior del pantalón. Él podía sentir como le acariciaba el estómago, más no podía verlo ya que el delantal celeste que llevaba puesto cuando estaba en la tienda cubría sus manos.

— ¿Qué haces? —preguntó dudoso. No era como si le molestase, pero… le sorprendía.

— Toco a mi chocolate pie preferido —jadeo en su oído.

¿Acaso podía excitarse con sólo tocarlo?

Aparentemente sí.

— Nee~ Yabu-san —sabía su nombre debido a la pequeña inscripción en su delantal— Su cliente quiere más —llevó sus manos atrás para desatar el nudo del delantal y sacárselo. Comenzaba a estorbar demasiado—. Quiere algo más dulce y suculento —rió inocentemente aunque la frase no ameritaba serlo.

Lo único que pudo hacer el pastelero fue jadear.

Jadear de emoción.

Jadear de deseo.

— Dime tu nombre —le exigió.

— Yamada —le respondió—, pero shh… acá el que exige soy yo —respondió el menor con una pequeña risita. Le tomó la mano y lo llevó al alto hacia el mostrador. Se sentó en él y lo agarró de la camisa para empezar a desabrocharla, ahora sí quitándosela como corresponde—. Pastelero~san está muy flaquito, debería de comer de esta rica fresa que está bastante madura ya —señaló sus pantalones.

— Ah~ —fue lo único que salió de su boca cuando sintió las manos del más chico dentro de sus pantalones.

Este lo desabrochó y ahora sacó el miembro del mayor hacia afuera. Se bajó del mesón y lo hizo sentarse allí. Tomó con sus manos el suculento miembro y comenzó a agitarlo mientras lamía la punta del mismo. Con su otra mano, acercó sus uñas a sus testículos y los rozó con las mismas, que aunque estaban cortas generaban una sensación placentera en conjunto con lo realizado.

Cuando sintió que estaba por acabar, lo alejó de su boca, no por asco, sino porque quería coronar con algo aún más erótico.

Dejó que acabara en su vientre y mano, y luego tomó un muffin de una de las repisas de la tienda, y la acercó al semen del mayor, untándolo con el mismo para luego morderlo mientras lo miraba a los ojos, comiéndoselo por completo.

— Deberías vender de estos aquí —murmuró ahora cerca de sus labios—. Yo los compraría —dijo y cuando el mayor lo quiso besar se alejó abruptamente dejándolo con las ganas—. Oh, se hace tarde Pastelero~san… debo irme —rió suavemente— Mamá me espera con leche y galletas —dijo ahora inocentemente— Nos vemos, mañana.

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La cabaña [YabuTaro / Drabble]

: Qué horrible me quedó ;_;
: Sweet Chain ~ KAT-TUN
: Mirando el monitor invadido de Chinen's




Nombre: La cabaña
Autora: Uebo Hime :3
Pareja: YabuTaro
Formato: Drabble (752 palabras)



 Dedicado a mi kohai Jess ♥ Te quiero nena :3 Espero que te guste esta porquería D:

LA CABAÑA

Su cuerpo brillaba debido a la luz de aquella chimenea que, ajena a la nieve que invadía todo afuera de la cabaña, nos mantenía cálidos.

Lo abracé, él sólo apoyó la cabeza en mi hombro y cerró los ojos levemente, suspirando y luego respirando suavemente como si fuese a dormir.

Le acaricié la mano que se encontraba sobre la mía. Sonrió manteniendo sus ojos cerrados, aún así supe que estaba diciéndome con aquella sonrisa: “gracias por cuidarme siempre”.

Aquel día había llegando llorando con un pequeño bolso. Estaba solo tomando unas vacaciones en una cabaña, necesitaba despejar mi cabeza. Todo por tu culpa pequeño diablillo —pensé. Me estaba volviendo loco con su sola presencia, y sin ella… también. Pensaba todo el día en su mirada, en sus sonrisas, en sus lágrimas, en sus palabras, en su forma de lograr que mi pecho palpitase con fuerza. Ese chiquitín había logrado poner de cabeza mi mundo.

Sin embargo al mismo tiempo le estaba dando estabilidad. Me hacía sentir que tenía un propósito de vida: protegerlo. Que tenía alguien en quien confiar, que tenía alguien a quién hacer feliz.

Pero las cosas no siempre son fáciles.

Ese día había llegado llorando por una razón: su padre se había enterado que salía con un chico. Le había gritado las una y mil quinientas razones por las cuales que un chico saliese con otro chico estaba mal. Le había dicho que era una persona indecente y qué seguro y hasta se anduviese estado acostando con miles de chicos a lo largo de sus cortos 16 años.

Pero eso era mentira.

Yo era su primer novio.

El primero, y yo estaba orgulloso de que así sea. Muy orgulloso de ser aquel que le enseña de a poco cómo amar, porque además sin duda, él mismo me enseña a amar a mí también día a día.

En los 6 meses que llevamos saliendo jamás he tomado su cuerpo. Y no es algo que necesite hacer urgentemente, podría esperarlo así fueran años, porque lo amaba.

— Nee Kota —murmuró con una pequeña sonrisa y temblando levemente—, quiero hacer el amor contigo…

Aún así el pequeño pronunció aquellas palabras, con las que mi corazón comenzó a agitarse.

Negué con la cabeza despegándolo de mi hombro haciendo que abriera sus ojos y me mirara.

— No creo que debas hacer esto sólo por lo que tu padre dijo —murmuré contra sus labios los cuales luego besé suavemente—. No te apures sólo por sus palabras.

— Pero —me miró y se bajó del sillón para sentarse en aquella pequeña alfombra cebrada de piel que se encontraba frente a la chimenea a un lado del sillón. Me levanté y caminé hasta allí y me senté también—… de verdad quiero hacerlo contigo Kou~chan —dijo y gateó hasta mi cuerpo para recostarme y subirse sobre mí.

— Ryu~chan, por favor —le dije en un débil murmullo. Como había dicho antes, que no lo necesitara no significaba que no lo deseara. Pero no era correcto dejar que luego se arrepintiese de hacerlo.

— Kou~chan —jadeo contra mi oído mientras metía las manos por debajo de mi camiseta de dormir.

— Aléjate Ryutaro —le dije y lo tomé por los hombros para alejarlo de mí. Él se resistió y comenzó a besarme los labios aceleradamente. No le correspondí—. ¡Ryutaro!

Se alejó rápidamente, dándome la espalda y comenzó a llorar. No supe que hacer, sentía que lo había lastimado. Pero… ¡no quería que lo hiciese sólo por lo dicho por su padre! Eso también me hacía daño a mí.

De repente ambos nos quedamos en silencio. Sólo se escuchaba el leve llanto de Ryutaro que parecía no tener fin.

Me iba a levantar para irme a la habitación y dejar que cuando quisiese fuese a acostarse, pero de pronto habló:

— ¿No te gusto? —preguntó en un débil murmullo.

Me giré y me acerqué a él con una débil sonrisa. Me agaché y lo abracé por la espalda. Apoyé mi cabeza en su hombro.

— Claro que me gustas amor —susurré en su oído—, también te deseo, pero no… no quiero que lo hagas por despecho a tu padre, quiero que lo hagas porque realmente lo deseas —le dije y lo sentí sollozar más fuerte.

— Lo siento Kou~chan —dijo y se giró para besar mis labios—. Siento haber actuado así.

— No importa —le respondí y me acosté sobre aquella alfombra, llevándolo conmigo y acostándolo sobre mi pecho—. Lo que necesitas ahora es descansar.

— Hai

— Dulces sueños.

— Dulces sueños.

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1000 visitas ! ♥

: Feliz :3
: Mirotic ~ DBSK
: En lo de Aru :3

Gracias a todos ;_; (Ay ;_; voy a llorar). 
Apenas llevo un mes y medio de blog y ya llegué a las 1000 visitas :3 No sé si es poco o mucho para el tiempo en que estoy pero la verdad es que no me importa. ¡Estoy feliz! Gracias a todos por su infinita aceptación :3
Los quiero ♥

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Have you ever seen the rain? [TakaChii / Oneshot]

: Lo iba a subir mañana pero >.<
: Escuchando la tv~
: En mi pieza muerta de frío u.u




Nombre: Have you ever seen the rain?
Autora: Uebo Hime :3
Pareja: TakaChii
Formato: Oneshot (1321 palabras)


Dedicado a Luchys~ ♥ Espero que te guste MI Yuuyan bella~

HAVE YOU EVER SEEN THE RAIN ?

“Querido Yuri:

Me hubiese gustado despedirme de ti personalmente.

Pero simplemente no puedo.

Sería demasiado doloroso para mí.

No puedo tenerte cerca sabiendo que no me correspondes.

Me hace daño.

Cada vez que me sonríes se desmorona mi mundo.

Llegué a preguntarme incluso si aquellas sonrisas eran realmente sinceras.

Te amo Yuri, pero si no estás dispuesto a amarme, no puedo mantenerme a tu lado.

No quiero destruirme de a poco.

Yuya.”

Las lágrimas resbalaron por su cara. Empezó a reprocharse su negación. Se preguntó por qué era tan cabeza dura como para no aceptar que le quería, que le necesitaba, que lo deseaba. Se preguntó por qué había sido tan imbécil como para rechazar aquel beso dulce que el mayor le dio aquel día. Por no responder con un “yo también” a aquel te amo que le regaló.

Estúpido y mil veces estúpido.

Estúpido.

Estúpido.

Su mente no dejaba de reprocharle todo aquello. Sentía una opresión muy grande en su pecho. Temblaba de miedo. De miedo a perderlo. Temblaba de dolor. Temblaba de rabia. De rabia consigo mismo por ser tan… idiota.

La tinta de aquella carta se corrió con sus lágrimas. La apretó entre sus manos y salió a la calle corriendo. Si todavía no se había ido, había un solo lugar donde podría estar.

Quería decirle ‘no te vayas’, quería decirle ‘lo siento’, quería decirle ‘te amo’. Quería aferrarse a sus brazos y no soltarlo nunca.

Quería entregarse a él por completo, besarlo hasta que se le fueran las fuerzas. Sentirse un idiota enamorado. Sentir aquel placentero cosquilleo al sentir como sus pieles se rozaban.

Corrió hasta que se le agotó el aliento llegando a aquella plaza desierta, iluminada por apenas uno o dos faroles. La oscuridad reinaba, pero aquello no le impidió ver aquella sombra en la lejanía.

Takaki estaba allí, sentado en el pasto con su bolso de mano al lado. Lo observó desde lejos. Vio como se levantaba y comenzaba a caminar. Eso lo hizo correr hasta él.

Lo abrazó por la espalda, haciendo que este detuviese su paso, pegándose a su espalda. Llorando como un niño pequeño.

— No te vayas —murmuró—. No me dejes. Siento ser tan idiota de no darme cuenta antes —siguió murmurando mientras dejaba las lágrimas escapar—. Te amo —dijo sonriendo de lado aunque supo que Takaki no lo estaba observando. El mayor simplemente temblaba., estaba llorando también.

— Dime que no es mentira, dime que no es sólo para retenerme —dijo con apenas un hilo de voz.

Negó con la cabeza suavemente y se separó para girarlo para que lo observara. Lo miró a los ojos, se puso de puntas de pie para acercarse a sus labios y darle un pequeño beso. Volvió a dejar sus talones en el piso y lo miró a los ojos.

— Te amo —dijo sonriéndole dulcemente.

El mayor lo abrazó con fuerza. Tembló contra sus brazos, lo acobijó de la lluvia que comenzaba a golpear sus cabellos.

Se separó levemente y buscó sus labios. Lo besó, con dulzura, con el amor impregnado en él. Con sus sentimientos expresados en caricias, aquellas que ejercía sobre su cara. Aquellas que lo hacían reír bajito por la ternura que le causaba. Aquellas que Yuya sólo le brindaba a él.

La lluvia galopante los empapaba, pero aquello no les importaba. Estaban necesitados de afecto, necesitaban demostrarse todo aquello que sentían, trasmitirlo en actos. Necesitaban necesitarse.

— Quiero que me ames —murmuró el menor contra sus labios—. Ámame aquí y ahora —dijo mirándolo con ojos suplicantes.

El mayor lo miró con un brillo especial en sus ojos. Lo deseaba; pero más que carnalmente, deseaba poder demostrarle cuanto lo amaba con caricias, inundándole el cuerpo con besos. Haciéndolo jadear.

Se agachó llevándolo consigo hasta recostarlo en el húmedo y embarrado pasto. Aquella tierra mojada ensució sus ropas pero no les importó. Sólo se miraban a los ojos, ansiosos. Deseosos de conocerse por completo.

El mayor buscó sus labios y lo besó con suavidad. Acarició su cintura por debajo de su camiseta. La levantó suavemente, repartió caricias por su pecho. Se separó de su cuello y bajó con sus besos hasta su cuello. Lo besó dulcemente, haciéndolo reír debido a las cosquillas que al menor le provocaba.

Takaki lo miró a los ojos unos instantes y le quitó la camiseta por completo. Inició un camino de besos luego desde su mentón hacia su cuello, y luego bajó por su pecho hasta llegar a su cintura. La mordió suavemente, sin dejarle marcas. No era necesario puesto a que era sólo suyo.

Yuri giró por el pasto haciendo que Yuya quedara debajo de él. Lo besó apasionadamente y comenzó a desabrocharle la camisa rápidamente. Estaba ansioso, realmente ansioso.

La hizo resbalar por sus hombros pero no se la quitó. Sólo procedió a besarle toda la extensión de su pecho, morderlo suavemente así como el mayor había hecho con él.

Luego acarició su pecho con una de sus manos, embarrándolo debido a que la había apoyado contra el barro anteriormente.

— Lo siento —Takaki negó restándole importancia con una sonrisa.

El menor sonrió y volvió a apoderarse de sus labios, logrando que el mayor hiciera uso de ese beso para volver a girar y conseguir que Yuri volviese a estar debajo de sí.

Desabrochó su pantalón lentamente. Lo despojó de los mismos acariciando sus piernas con delicadeza mientras lo hacía.

Chinen gimió suavemente ante aquello. Yuya sonrió mirándolo; tenía los ojos cerrados y respiraba agitado temblando levemente. Yuri estaba experimentando un montón de sensaciones, y lo hacía con él. Eso lo llenaba de felicidad.

Yuri llevó sus manos al cinto de Takaki y lo despojó del mismo, para luego bajar sus pantalones hasta sus rodillas. Temblando levemente ansiosos, ambos quitaron la ropa interior del otro lentamente. Se besaron en los labios con ternura, suavemente, concentrados en sentir los pequeños roces de sus cuerpos desnudos. Gimieron en medio del beso al sentir como sus miembros se rozaban, y sonrieron por lo mismo.

Los dedos de Takaki irrumpieron en el interior del menor, llenándolo de barro, pero aquello no importó. El dolor que suavemente lo golpeó no le impidió gemir ansioso. Ese dolor no se comparaba en lo absoluto con el dolor que sintió al leer aquella carta… al sentir que lo perdía.

Poco tiempo después otro dedo ingresó en su interior, haciéndolo gruñir ante sus movimientos. Tenía miedo pero a la vez estaba ansioso. Ansioso de ser amado por él. Por el ser que más deseaba. El que más le quería.

Y de un momento a otro sintió como el miembro del mayor palpitaba suavemente contra su entrada, haciéndolo jadear. Poco a poco el mayor dejó que este entrara por la cavidad de Yuri. Notó como el menor temblaba y casi lloraba del dolor. Secó sus lagrimas con sus labios y le sonrió dándole seguridad.

— No voy a lastimarte, lo juro —le dijo Yuya.

— Te amo Yuuyan —le dijo abriendo los ojos levemente y sonriendo con un poco de esfuerzo.

El mayor le devolvió la sonrisa y procedió a moverse lentamente dentro del cuerpo de Chinen. Este poco a poco pudo sentirse en el cielo, su vista se nublaba de placer, y sentía que flotaba.

Los gemidos no dejaban de escaparse de su boca. Quería decirle de nuevo que lo amaba, pero nada más que aquellos sonidos salían de sus labios.

La lluvia galopante los mojaba por completo. Las embestidas se hacían más placenteras con aquel plus cristalino en sus pieles.

Se estaban amando, se estaban demostrando todo lo que habían guardado en sus interiores durante mucho tiempo.

— Gracias por dejarme amarte bajo la lluvia” —pensaron mientras se sentían en el cielo.

El cielo que en el momento en que respiraron con normalidad se despejó. Dando el inicio a una hermosa puesta de sol; dándole inicio a una nueva etapa, en la que juntos se amarían como el primer día.

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Bite me [YamaYuma / Drabble]

: Por fin, 6 horas tardé, 6!
: Yume no kazu dake ai ga umareru ~ NEWS
: Me duele la espalda y la silla no ayuda ;_;




Nombre: BITE ME
Autora: Uebo Hime :3
Pareja: YamaYuma
Formato: Drabble (434 palabras)


Dedicado a Lola~ ♥ Espero que te guste a pesar de que es corto ;_;

BITE ME

Luego de haberlo visto haciendo aquel drama tiempo atrás siempre tuve una fantasía con él. Un fantasía que hasta el día de hoy seguía queriendo cumplir.

Lo observé en aquella fiesta de disfraces. Todos, y cada uno de los invitados, casi todos amigos, le habían pedido que se vistiese de vampiro debido a aquel drama del que les hablé previamente.

Ahora bien, verlo así vestido no me era de mucha ayuda. Empezaba a querer cumplir mi fantasía allí mismo, incluso delante de todos los presentes.

No solía ser así, solía ser tímido, de esas personas que se sonrojan con facilidad, tanto que nadie se imaginaría aquel pequeño fetiche que tenía con Yuma en el papel de un vampiro.

Suspiré fuerte, me estaba sonrojando. Me imaginaba a Yuma, quién sonreía hablando con Yuto, en el baño, semi desnudo en la bañera bebiendo sangre de mi cuello. Ok, si lo imaginan comprenderán él por qué de mi sonrojo.

— Yuma~ ¿quién será tu víctima esta noche? —bromeó Chinen, y allí estallé de calor. Quería ser tu víctima, lo deseaba con urgencia. Quería que me invadiese por completo. Que tocase cada parte de mi ser. Me sentía tan sucio viéndolo de aquella forma. Tan, pero tan pervertido.

— Nee~ Yuma —me acerqué mirándolo—, ¿podrías acercarte un momento? —le dije. Él se acercó y tiré de su muñeca para llevarlo hacia el baño y luego girar la perilla para dejarnos encerrados.

— ¿Qué haces? — preguntó el menor.

— Muérdeme como en Koishite Akuma —le susurré al oído—, quiero que bebas de mí —le dije y luego busqué sus labios para besarlo.

El menor reaccionó tiempo después, y sus labios comenzaron a corresponder a mis besos. Sus manos comenzaron a perderse en mi cintura.

— ¿Sabés que alguien vestido de fresa bese tan dulcemente no se siente todos los días? —me dijo Yuma separándose levemente de mis labios.

— Shh~ —dije únicamente y volví a unir nuestros labios pero esta vez más arrebatadoramente.

Comencé a desabrochar su camisa, y él la mía. Se separó de mis labios y bajó por mi pecho mordiendo suavemente y dejando pequeñas marcas moradas en mi piel. Subió luego por mi cuello y le dio un gran mordisco. Chillé, chillé como nunca había pensado que gritaría. Comencé a desgarrarme, a desangrar. La bañera que tanto había imaginado se había teñido de rojo. Mi sangre había sido tomada por él.

Una corriente eléctrica me invadió por completo, y morí en tus brazos.

— Nee Yama~chan~ ¿quieres ser mi víctima esta noche? —escuché su susurro en mi oído.

De acuerdo tenía un problema bajo mis pantalones.

Un gran problema.

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INOOcent [InooBu / Drabble]

: Creo que estoy inspirada....
: One's shadow ~ Murakami Shingo
: Sigo muerta de frío ._.




Nombre: INOOcent
Autora: Uebo Hime :3
Pareja: InooBu
Formato: Drabble (416 palabras)


Dedicado a AiAi ♥ Espero que sea gracioso, nunca serví para la comedia LOL

INOOcent

“Se busca compañero de departamento.

Amplio, luminoso, y bien ubicado.

Modo de pago a convenir.

Feos abstenerse… […]”

Algo indeciso marcó el número de teléfono de su madre, dispuesto a plantearle la situación. Dio tono y esperó a que la mujer lo atendiese.

— ¿Si?

— Ah~ Okaa~chan —la saludo mientras enredaba el cable del viejo teléfono que tenía en aquel departamento pequeño que había rentado pero que ya no podía pagar por sí solo.

— ¿Kei?

— Hai —respondió y procedió a hablar— Nee Okaachan~ ¿soy lindo? —le preguntó y esperó impaciente la respuesta que no tardó en llegar.

— Por supuesto que sí bebé, ¿por qué preguntas eso?

— Porque me quiero mudar —respondió como si eso fuera obvio—. En la referencia dice “feos abstenerse”.

— ¡Qué persona más descarada! —la madre se quedó en silencio unos instantes— ¡¿Vas a mudarte con una chica?! —la madre casi gritó dejándolo sordo.

— No lo sé, depende de si me gusta el lugar —se encogió de brazos como si su madre pudiese verlo.

— Ay bebé, ten cuidado, mira si es una violadora —le dijo con tono preocupado.

— Okaachan soy grande, descuida, sé cuidarme. Bueno, iré a ver el departamento, luego te llamo.

— Adiós bebé —Inoo colgó la llamada.

Se miró en el espejo antes de salir, sonrió hermosamente, y tomó sus llaves para abrir la puerta.

— Ganbatte Kei~chan —dijo—. Si mamá dice que sos lindo, tendrás ese puesto para ti —rió suavemente y salió de su edificio para caminar 4 cuadras hacia la dirección que había en el diario.

Tocó timbre y vio que por el interlocutor se veía un ojo que al parecer lo observaba fijamente de arriba abajo.

— Puedes pasar —dijo la voz del otro lado.

Empujó la puerta al escuchar el ‘prr’, entró y subió al ascensor.

— Esa chica tiene voz rara, kowai —murmuró mientras pulsaba el botón del 4to piso. Esperó a que el ascensor subiera sumamente nervioso. Retorció sus manos entre sí.

Golpeó la puerta pero esta se abrió sola. Entró al hermoso departamento con algo de miedo.

Recorrió con su mirada la sala hasta que observó el sillón.

Sobre el mismo había un chico recostado en pose sexy y estaba…

— Desnudo —murmuró, en realidad tenía una hoja de palta cubriéndole su miembro pero eso era lo de menos.

— Eres lindo —le sonrió con voz ronca—… Acércate, discutiremos las formas de pago.

— Ah, hai —murmuró inocentemente acercándose.

“Seguramente sea una nueva moda para hacer de las transacciones un éxito”.

¡Qué inocente eres Inoo~chan!

Qué Inoocente.

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Sensei [KikuJima / Drabble]

: Quería que fuese más largo
: Beautiful days ~ Arashi
: Con la estufa prendida un día de 20 grados... mi casa es muy fría.




Nombre: SENSEI
Autora: Uebo Hime :3
Pareja: KikuJima
Formato: Drabble (577 palabras)



Dedicado a Akane~ ♥ Quería que fuese más largo, pero bueno ;_; espero que te guste.

SENSEI

Mordió el lápiz incapaz de hacer otra cosa. Estudiar se le estaba haciendo complicado, para colmo ni siquiera estaban viendo lo mismo. De hecho, él iba un año debajo que el mayor, pero sabía mucho más que él sólo por el hecho de ir a una privada. Vio a su amigo luchar con una fórmula matemática, que ante sus ojos era lo más simple del mundo. Dejó su lápiz sobre su libro y lo miró.

— ¿Estás seguro que puedes con eso? —le preguntó.

— No, pero me haces sentir muy estúpido preguntándomelo —contestó.

— Lo siento —se disculpó el menor.

— No te preocupes, no lo digo enserio señorito inteligente de escuela privada —bromeó sonriendo.

— ¡No digas esas cosas! —rió golpeándole el hombro.

El mayor sonrió y volvió a concentrarse en aquella fórmula. No lograba entender qué demonios tenía que hacer. De hecho no sabía ni qué tema estaba viendo. Estaba seguro que este tema lo había visto en años anteriores pero no podía recordar. Las matemáticas no eran su fuerte sin duda.

El otro sonrió de lado mirándolo. Se estaba despeinando la cabeza y quejándose. Pensó que quizá sería mejor ayudarlo. Se estaba desesperando de solo ver como el mayor se estaba volviendo loco por comprender algo tan… simple.

— Ya... déjame que te explique.

— De acuerdo, me rindo —le acercó el cuaderno.

— Mira —señaló con su lápiz—... Lo único que necesitas aquí es despejar i...

— ¿I?

— ¡KENTO! ¿De verdad prestas atención en clase? ¿Tienes idea al menos qué tema es este? —el mayor negó y el chico gruño— Números imaginarios...

— Ah..

— Bien... i a la 0 es igual a 1... i a la 1 es igual a i —notó que Nakajima le miraba los labios y comenzó a temblar nervioso—... ¿qué pasa?

— Te miro...

— ¿Por qué?

— Porque eres lindo —simplemente contestó el mayor generando un inevitable sonrojo en la cara del menor.

— N-no n-no di-digas e-so —balbuceó Fuuma.

— ¿Por qué no? —le sonrió de lado.

— Porque eso no es cierto —le dijo desviando la mirada—. Sigamos i a la 2 es igual a —se sobresaltó—… ¿¡qué haces!? —temblo ligeramente al sentir las frías manos de Kento debajo de la camisa de su uniforme escolar.

— Lo acaricio sensei —le respondió—. ¿Acaso no le gusta?

— D-deja de ha-hacer eso —murmuró casi jadeando cuando sintió las manos de Kento adentrándose en su pantalón.

— Acaso sensei no quiere aprender cosas más placenteras —le dijo al oído y luego le mordió el lóbulo a lo que el menor gimió bajito.

— S-sí, sí quie-quiere pe-pero —dijo temblando entre sus brazos.

— ¿Pero…? —apretó su miembro con su mano, rodeándolo.

— Ah~ pero tu exa-examen —balbuceó perdiendo la razón.

— A la mierda con el examen, yo quiero aprender tu cuerpo —murmuró contra su cuello.

— Ken~chan —dijo ladeando su cuello para darle espacio.

El mayor sacó una de sus manos del pantalón de Fuuma para tirar al piso las cosas del escritorio al piso y levantarlo en brazos de la silla para sentarlo en aquella superficie.

Se acercó a sus labios y los besó con profundidad. Dejó que su lengua jugara con la de Fuuma y sus manos se ocuparan de sacarle la camisa del uniforme para luego poder besar sus hombros y pecho.

— Sensei… muéstrame el cielo —le dijo el menor esta vez.

— Creí que tú eras el sensei esta noche —le dijo contra una de sus tetillas, empezando a morderla.

— Creo que he cambiado de parecer —respondió—. Esta noche aprenderemos anatomía sensei…

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Blue&Yellow [TakaChii / Song fic / Drabble]

: Subiendo fics viejos~
: El chikichikichiki de las teclas
: En mi cuarto poniéndole hielo a mi pierna golpeada..




Nombre: Blue&Yelow
Autora: Uebo Hime :3
Pareja: TakaChii
Formato: Song fic / Drabble (526 palabras)



Este fic es del año pasado, lo subí en http://kimigasukidesu.livejournal.com/ el cual es mi livejournal, pero ya no lo uso :3 En su momento fue dedicado a Aya, por lo que seguirá siendo así.

La canción usada en este song fic no me pertenece. Se llama como el título del escrito y es de la banda norteamericana The Used.

BLUE&YELLOW

Y todo está en la forma en que mezclas los dos

Y comienza justo donde existe la luz

Es una sensación que no te puedes perder

Y hace un agujero

Que atraviesa a todo el que lo siente.

La unión de dos personas, es similar a aquello. Aquel agujero que deja en tu corazón, es profundo. Tanto que si algún día aquella unión falla, se sentirá como un puñal, de esos que te atraviesan matándote, poco a poco.

Mi corazón latió fuerte, en cuanto mezclamos nuestros cuerpos. En cuanto tiré un boté de pintura amarilla sobre tu cuerpo en medio del arrebato de pasión.

Pintó nuestros cuerpos, los llenó de color, y pronto se le unió el azul, que se metió entre tus nalgas, que pintó mi cintura. Pero no nos importó, más que fundirse los colores, lo estábamos haciendo nosotros. Poco a poco, te adentrabas en mí, sacándome el aire, haciendo que la pintura en nuestros cuerpos se corriera con facilidad debido a la transpiración. Ese día estábamos remodelando tu departamento, por eso la pintura se entremezclaba con nosotros.

 

Bueno, nunca vas a encontrarlo

Si estás buscándolo

No vendrá por aquí

Pues nunca lo encontrarás

Si lo estás buscando.

Y… cómo me costó encontrarte. Pensar que te tenía muy cerca de mí. Demasiado, a decir verdad. Pero buscaba en otros lugares algo que nunca iba a encontrar. Algo lejos de ti, alguna persona que pudiese conquistarme. Volverme loco. Sacarme el aire. Hacer que mi corazón se acelere, como lo hace ahora que me estas besando. Busqué a alguien a la lejanía, sin mirar lo que tenía enfrente, el más bello ser en la tierra. El que me protege, el que me abraza y me hace temblar. Al que me negué. Al que me costó reconocer que se encontraba en mi corazón.

Debí hacer algo, pero ya he hecho demasiado

Por la manera en la que temblaban tus manos

Preferiría pasar algo de tiempo contigo.

Debí besarte, pero lo intenté todo por captar tu atención, y nada parecía funcionar. Hasta que reconocí el haberme enamorado. Y me sentí en tus brazos aquella vez que el show en el Dome pareció haber terminado. En aquel abrazo tus manos temblaban. Y te miré. Subí la mirada para encontrarme con tus labios. Y me miraste. Los uniste con amor, con suavidad.

Desde ahí nuestra historia de amor comenzó. Una historia en la cual tú, yo, y nuestros cuerpos fueron protagonistas. Una, en la que siguen siéndolo.

Y sin embargo nunca entenderías al final

Cuán maravilloso es vivir otra vez

Se siente como si no pudieras extrañar

Hace un agujero que atraviesa a todo el que lo siente.

Sentí tu cuerpo de nuevo, pegado al mío. Amándome. Envolviéndome. Y en cuanto acabaste en mí, fue como revivir. Revivir en tus brazos. Respirar de nuevo. Te sonreí. Me sonreíste. Te besé. Volviste a besarme. Por favor Yuuyan, por favor, bésame de nuevo. Quiero morir en tus brazos otra vez. 

—Te amo Chii~ —murmuraste penetrándome otra vez.

Debí decir algo, pero ya he dicho demasiado

Por la manera en mis palabras se apagaban

Preferiría pasar algo de tiempo contigo.

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Estocolmo [YabuHika / One Shot]

: Al FIN te terminé YabuHika LRPM!
: Konjou nashi ~ Miura Haruma
: En mi pieza tomando coca~cola




Nombre: Estocolmo
Autora: Uebo Hime :3
Pareja: YabuHika
Formato: One shot (1164 palabras)


Dedicado a mi hermosa hija Darky~ 
Perdón por debértelo tanto tiempo, pero no me inspiraba. 
Acá está y es tuyo ^^ Te amo ♥

ESTOCOLMO

El Síndrome de Estocolmo es un estado psicológico en el que la víctima de secuestro, o persona detenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con su secuestrador. En ocasiones, los prisioneros pueden acabar ayudando a los captores a alcanzar sus fines o evadir a la policía.

Según la corriente psicoanalítica el síndrome de Estocolmo sería entonces una suerte de mecanismo de defensa inconsciente del secuestrado, que no puede responder la agresión de los secuestradores y que se defiende también de la posibilidad de sufrir un shock emocional. Así, se produce una identificación con el agresor, un vínculo en el sentido de que el secuestrado empieza a tener sentimientos de identificación, de simpatía, de agrado por su secuestrador.

¿Qué puedes hacer cuando tienes frente tuyo a la persona que más te ha maltratado en la vida pero que a la vez más excitado te ha hecho sentir? ¿Qué puedes hacer cuando la persona que pudo haber acabado con tu vida la ha vuelto más miserable pero a la vez más divertida? ¿Qué puedes hacer cuando aquella persona a ultrajado a tantos, incluso a ti, pero no puedes evitar perderte en sus ojos cada vez que te apunta con su pistola y te pide que grites más?

Sólo puedes transpirar, dejar que haga lo que quiera contigo, perderte en su mirada, dejar que te toque, que te golpee, que te haga suyo… que haga lo que quiera contigo. Después de todo es emocionante vivir aquella sensación en tu primer día de trabajo.

Ponerte aquella camisa de vestir celeste que tu madre te ha regalado para tu cumpleaños de hace 3 años pero que te negaste a usar, aquella camisa que guardaste para cuando por fin decidieras madurar y encontrar tu camino. Pero al parecer, no era tiempo aún.

Entré al banco con una sonrisa saludando mi superior. Me acerqué a la caja de cobros y me quedé allí, esperando que comenzara la jornada.

La gente comenzaba a llegar y yo, amablemente, los atendía con una radiante sonrisa. Estaba emocionado de por fin haber salido de lo burbuja infantil en la que tanto tiempo había estado.

— Muchas gracias —le dijo una señora mayor e incliné levemente la cabeza con una sonrisa. La mujer sonrió y se dispuso a salir.

— Siguiente —dije con una sonrisa digna de “Feliz Cumpleaños”.

Y cuando una señora que llevaba a una niña pequeña de la mano estaba dispuesta a ser atendida por mí, las puertas se abrieron dejando ver a 3 enmascarados y uno más de prácticamente mi edad, que sin importarle nada tenía la cara descubierta, entrando de golpe a generar pánico, con pistolas de fuego en sus manos.

El pánico me invadió… ¿esta era mi suerte? Así que… ¿esto debí esperar de madurar?

Un escalofrío recorrió mi cuerpo al ver como la nena detrás de mi ventanilla comenzaba a llorar. Antes de que los ladrones la vieran, le hice una señal a la madre y les pedí que se acercaran en silencio. Las encerré en el baño para que estuviesen a salvo y despacio volví a mi puesto.

En cuanto me senté, sentí un frío metal sobre mi frente. Sentí pánico, comencé a temblar. Cerré los ojos con fuerza, los apreté con miedo.

— ¿Dónde estabas? —me preguntó aquel joven a cara descubierta— ¿Intentaste avisar a la policía? —miré a mi derecha tratando de buscar a la gente de seguridad con la mirada pero sólo encontré al uniformado en el piso… al lado de un charco de sangre.

— No —dije más que seguro—. No lo he hecho —lo miré sinceramente y al parecer confió en mi palabra.

— Te perdono porque eres muy lindo —me dijo tomándome por el mentón y acercándome a su cara. Temblé.

— Hikaru —dijo uno de los enmascarados y aquel chico se giró.

— ¿Uh?

— Creo que deberías divertirte un poco —le dijo el otro y el tal ‘Hikaru’ sonrió para luego mirarme. Tragué saliva.

— Lo tendré en cuenta —les dijo— Ocúpense de lo que nos interesa —señaló las cajas fuertes—… yo… me encargaré de divertirme —me miró—… con él.

El pánico me invadió pero al mismo tiempo que él tomaba mi mano para dirigirme a los baños un escalofrío placentero me recorrió por completo.

Mientras me arrastraba por dentro de las oficinas mi corazón palpitaba fuertemente, pero estaba seguro que más que de pánico palpitaba por la calidez de su mano envolviendo la mía. Se sentía agradable, tanto que mis pasos se detuvieron. No entendía que me estaba pasando.

Sentí un tirón en mi brazo pero no me moví. No sino hasta que sentí mi labio arder y sangrar debido a un golpe suyo en la cara. Lo miré y lejos de mirarlo con miedo u odio, sonreí. Me miró extrañado, seguramente intentando comprender. Comprender algo que ni siquiera yo mismo podía comprender. Únicamente mi cuerpo exteriorizaba cosas que ni mi mente podía explicar.

Me arrastró con más fuerza y me tiró contra el mármol de las piletas pegándose a mí. Se acercó a mis labios y me alejé. ¿Por qué mi cuerpo cambiaba de opinión a cada momento? Lo sentía cálido y al instante me sentía siendo abusado por sus manos. Sus labios…

— Dime tu nombre —murmuró casi contra mis labios mientras sostenía mi mentón para que lo mirara. Parpadeé y me dediqué a contestar.

— Yabu Kota —dije mientras miraba firmemente sus ojos.

— Kou~chan —dijo de forma cariñosa, sin embargo su sonrisa no mostraba lo mismo.

— No me hable tan informalmente —dije suavemente, sin importarme que pudiera decir o a hacer… de todas formas estaba seguro que su intimidación estaba comenzando a gustarme.

— Pero si prácticamente tenemos la misma edad —me dijo con sorna— Vamos Kou~chan… Hikka~chan quiere que grites su nombre —dijo con una sonrisa bastante perversa.

— ¿Eso te dejará conforme? —pregunté en un intento por desafiarlo.

— Puede que necesite una segunda sesión… otro día —contestó el captor—. Pero empecemos por el presente… ¿no crees que eso es lo adecuado Kou~chan? —rió y comenzó a desabrocharme la camisa rápidamente haciendo volar cada uno de los botones de la misma.

Tocó cada centímetro de mi pecho y estómago, se acercó y mordió con fuerza cada uno de los sectores de mi piel descubierta, lastimándome. Rasguñó mi espalda fuertemente arrancándome pequeños pedazos de piel, dejándome marcas. Pero lejos de gritar de dolor, yo… yo gemía como un loco.

Tomó una navaja y hizo un corte pequeño en mi estómago, lamió la sangre que salía de allí y luego pasó el frío metal de su pistola sobre la herida. Gemí desesperado.

“— Al parecer… Kou~chan lo está disfrutando —dijo con una sonrisa—. Al parecer…

“Al parecer parecer la temperatura de esta mañana será demasiado baja, por favor salgan de sus casas abrigados.”

— ¡Kota! —gritó mi madre al mismo tiempo que golpeaba la puerta de mi habitación— Llegarás tarde a tu primer día de trabajo.

Desperté acalorado a pesar de la baja temperatura, deseando que mi sueño fuese una placentera premonición.

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